Un parque de atracciones en Gran Canaria que sabe a algodón de azúcar, risas compartidas, emoción, vistas infinitas y tardes en familia. Su nombre es Wooland y se encuentra en el Holiday World Maspalomas.
Hoy te quiero contar una historia mágica, que tiene lugar en el Wooland, donde los adultos regresamos a la infancia y los niños viven experiencias únicas.
Nada más entrar en este lugar mágico nos encontramos un precioso carrusel donde los caballos toman vida y nos invitan a pasear. Veloz, cariñoso y cordial (creo recordar que se llamaban los tres caballitos que conocimos) nos susurran al oído que no dejemos de visitarlos cuando caiga la noche, ya que ese lugar se convierte en un precioso espectáculo de luz y color para los sentidos.

Tras esta grata bienvenida, descubrimos cómo desafiar la gravedad y sentimos el estómago lleno de maripositas al subir y bajar en el Jumpin Star para los más pequeños y el imponente Sky Drop para los más mayores que no tienen vértigo.
Una vez vencido el miedo a las alturas encontramos un pequeño rincón lleno de personajes singulares, con cabezas gigantes y cuerpos diminutos que no podían parar de reir. En ese momento, alguien que pasaba por allí nos contó que eran espejos mágicos, capaces de sacar nuestro lado más gracioso.
Tras despedirnos de estos curiosos personajes seguimos en la búsqueda de nuevas aventuras, y descubrimos una montaña que desafía la gravedad, las curvas y la adrenalina para los más intrépidos que superen el 1,20 de altura.
Y al fondo… una rueda panorámica que nos invitaba a descubrir Maspalomas desde un precioso y soleado cielo azul. Subimos sin pensarlo, para divisar desde lo más alto, hasta dónde se extiende el horizonte con el mar como protagonista tras un precioso palmeral.
Tras sentirnos como auténticas aves planeando en el cielo, bajamos de la noria. Fue entonces cuando escuchamos el rugir de los motores y nos aventuramos a cruzar el parque para llegar a una zona donde los coches parecían haberse vuelto locos ¡Coches de choque! Gritaban los ciudadanos que cuidaban el lugar, ataviados con unas camisetas de color turquesa.
Desde los coches divisábamos un pequeño mundo donde los más pequeños podían saltar en camas elásticas, montar en un pulpo, una pequeña avioneta con forma de pez, cazar pelotas o pasear en un tiovivo donde habitaban monos, dinosaurios, jirafas y muchos otros animales divertidos.
Y antes de marcharnos, tuvimos la suerte de conocer a Holi, un auténtico habitante de este mágico lugar.

Si viajas a Gran Canaria con niños, o vives en la isla y quieres pasar una tarde mágica, descubre Wooland en Holiday World Maspalomas, el parque de atracciones en Gran Canaria para toda la familia donde tu imaginación volará y no pararás de disfrutar.
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